La mayoría de los edifícios escolares andaluces presentan una mal calidad de aire

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Un gran número de edificios escolares andaluces no tienen un sistema de ventilación mecánica y/o sistemas de filtrado de aire, lo que implica que la renovación de aire dentro de las aulas sea de forma infiltada o por apertura de las ventanas. Un estudio realizado por la Universidad de Sevilla ha estudiado la estanqueidad de las aulas por Andalucía y las modificaciones para concentraciones de CO2 en horario escolar mediante su monitorización in situ, lo cual se emplea como indicador para determinación de la calidad de aire.

Para conseguirlo, se realizan varios ensayos en 42 aulas de 8 centros educativos por todas las zonas climáticas más significativas de Andalucía, concentrándose en dos periodos de tiempo no consecutivos, donde se realizaron pruebas de presurización y despreurización con el objetivo de obtener la medida de n50 (tasa aproximada de renovaciones de aire por hora en un sistema con diferencia de presión entre exterior e interior de 50 Pa). De igual forma, se registraron la temperatura, humedad relativa y concentración de CO2, con el objetivo de conocer el impacto de los diferentes niveles de apertura de las ventanas. Paralelamente, se hizo una encuesta a estudiantes, sobre posibles síntomas y los efectos sobre la salud.

De la investigación resultaron los valores medios de renovación del aire con ventanas y puertas cerradas obtenidos fueron de aproximadamente 7h-1 (renovación media), mientras que los valores medios para la concentración de CO2 se situan próximos a 1900 ppm, con solo un 17% del total de casos estudiados teniendo valores inferiores al límite máximo recomendado de 1000 ppm por la OMS (Organización Mundial de la Salud) para entornos saludables. Otra conclusión es que el 42% de los casos estudiados mostraban concentraciones superiores a 2000 ppm con las ventanas cerradas. De igual forma, se probó que había un mayor nivel de sintomatología, o nivel de incomodidad percibido por los alumnos, cuanto las ventanas estaban abiertas (33% del total). En otro sentido, algunos síntomas, como el picor cutáneo y la congestión nasal, se pueden relacionar con las etápas de ventanas cerradas, apareciendo con el aumento de concentración de CO2.

«Tanto los síntomas, como los elevados niveles de concentración de CO2 encontrados, dan fe de la posible degradación de la calidad ambiental de las aulas en Andalucía», afirma Miguel Ángel Campano, investigador de la Universidad de Sevilla. «Es necesario la implementación de sistemas de ventilación mecánica controlada según recogen tanto la reglamentación actual para edificios nuevos, como las normas de ergonomía ambiental desarrolladas en Europa. Parece oportuno disponer de la capacidad de filtrar los contaminantes exteriores y poder garantizar el caudal mínimo de renovación exterior, para lograr así concentraciones de CO2 por debajo de las 1000 ppm.»

En el presente estudio, los datos recogidos en los centros docentes, de los cuales 2 eran anteriores a 2008, año de entrada del RITE 2007, los cuales no tendrían por qué cumplir lo que establece RITE. El restante de los centros, solo uno tiene instalación de ventilación mecánica según RITE, aunque se señaló que, la mayoría de los objeto de estudio, nunca había entrado en funcionamiento.